Contra la fatiga y el cansancio, lo recomendable es comer algo cada 3 horas, en pequeñas cantidades, y no pasarse horas enteras sin ingerir nada. Esto mantiene constante el suministro de energía y evita la fatiga, porque no cae el valor de la glucemia (azúcar en la sangre). Pero como en esta vida moderna no hay tiempo para detenernos a comer algo y pausadamente, a continuación…
Té: Si quieres sentirte con más energías en sólo 5 minutos, prueba a beber una taza de té. De acuerdo con una psicología biológica debido a la presencia natural de cafeína y aminoácido en el, ayuda mantener la memoria despierta. Es uno de los mejores remedios contra la fatiga mental.
Semillas de calabaza: Las semillas de calabaza contienen magnesio que nos alivia el agotamiento. Durante la práctica del yoga o la meditación, el magnesio es muy importante para crear oxígeno y reducir las causas del cansancio.
Cuajada: Contiene prebióticos que contribuyen a regular los microorganismos del sistema digestivo. En realidad el desequilibrio de estas sustancias pueden causar el síndrome de fatiga crónica (CFS). Trata de consumir cuajada una vez en por semana, para prevenir el agotamiento y las enfermedades.
Frutos secos: Los frutos secos son alimentos energéticos por excelencia. Contienen una gran cantidad de ácidos grasos esenciales, que el organismo humano no puede sintetizar por sí mismo. Destaca la presencia en minerales como magnesio, fósforo, potasio, calcio, hierro, zinc y selenio, que es superior al resto de las frutas y que, además, tienen poder antioxidante. A esto se suman importantes cantidades de proteína y fibra que ayudan a regular el tránsito intestinal y mejorar la musculatura. Ejemplos de frutos secos son las nueces, almendra, avellana, semillas de girasol, maní, entre otros.
Chocolate negro: Cuanto más puro, mejor. El chocolate es fuente de energía y mejora el estado de ánimo. La presencia de estimulantes en su composición hace de este alimento una buena elección para mantener la energía del cuerpo. El chocolate es un alimento rico en magnesio, potasio, fósforo y hierro, vitaminas A, E, B1 y B2, lípidos y proteínas. Las moléculas de este alimento contienen gran cantidad de energía que nuestro organismo sabe cómo utilizar. De acuerdo con una investigación consumir 45 gramos de chocolate 2 veces por semana reduce la debilidad.
Sandía: La sandía es una fruta muy rica en agua. Ayuda a mantener nuestro cuerpo hidratado en períodos calurosos. El 92 % de atletas consumen sandía para evitar el riesgo de la pérdida de memoria causada por la deficiencia del agua.
Carnes magra: La carne magra del cerdo y la ternera, el pollo sin piel y el pavo son una importante fuente de proteínas. Sobre todo, aportan tirosina, un aminoácido que aumenta la concentración y el estado de alerta. Son carnes con una elevada cantidad de vitamina B12, que ayuda a combatir los estados de depresión y cansancio.
Verduras de hojas verdes: Su escaso aporte de calorías y su gran contenido en vitaminas dotan a este alimento de un gran valor energizante. En su composición destacan las vitaminas A, C, B, E y K, los minerales como el hierro, magnesio, potasio y calcio, y su elevada cantidad de fibra. Algunos ejemplos de estas verduras son las espinacas, la acelga, el apio, el brócoli, el berro, la coliflor, las coles, la rúcula, la lechuga, la escarola o la achicoria.
Algunos alimentos que podemos consumir contra el cansancio y la fatiga
Té: Si quieres sentirte con más energías en sólo 5 minutos, prueba a beber una taza de té. De acuerdo con una psicología biológica debido a la presencia natural de cafeína y aminoácido en el, ayuda mantener la memoria despierta. Es uno de los mejores remedios contra la fatiga mental.
Semillas de calabaza: Las semillas de calabaza contienen magnesio que nos alivia el agotamiento. Durante la práctica del yoga o la meditación, el magnesio es muy importante para crear oxígeno y reducir las causas del cansancio.
Cuajada: Contiene prebióticos que contribuyen a regular los microorganismos del sistema digestivo. En realidad el desequilibrio de estas sustancias pueden causar el síndrome de fatiga crónica (CFS). Trata de consumir cuajada una vez en por semana, para prevenir el agotamiento y las enfermedades.
Frutos secos: Los frutos secos son alimentos energéticos por excelencia. Contienen una gran cantidad de ácidos grasos esenciales, que el organismo humano no puede sintetizar por sí mismo. Destaca la presencia en minerales como magnesio, fósforo, potasio, calcio, hierro, zinc y selenio, que es superior al resto de las frutas y que, además, tienen poder antioxidante. A esto se suman importantes cantidades de proteína y fibra que ayudan a regular el tránsito intestinal y mejorar la musculatura. Ejemplos de frutos secos son las nueces, almendra, avellana, semillas de girasol, maní, entre otros.
Chocolate negro: Cuanto más puro, mejor. El chocolate es fuente de energía y mejora el estado de ánimo. La presencia de estimulantes en su composición hace de este alimento una buena elección para mantener la energía del cuerpo. El chocolate es un alimento rico en magnesio, potasio, fósforo y hierro, vitaminas A, E, B1 y B2, lípidos y proteínas. Las moléculas de este alimento contienen gran cantidad de energía que nuestro organismo sabe cómo utilizar. De acuerdo con una investigación consumir 45 gramos de chocolate 2 veces por semana reduce la debilidad.
Sandía: La sandía es una fruta muy rica en agua. Ayuda a mantener nuestro cuerpo hidratado en períodos calurosos. El 92 % de atletas consumen sandía para evitar el riesgo de la pérdida de memoria causada por la deficiencia del agua.
Carnes magra: La carne magra del cerdo y la ternera, el pollo sin piel y el pavo son una importante fuente de proteínas. Sobre todo, aportan tirosina, un aminoácido que aumenta la concentración y el estado de alerta. Son carnes con una elevada cantidad de vitamina B12, que ayuda a combatir los estados de depresión y cansancio.
Verduras de hojas verdes: Su escaso aporte de calorías y su gran contenido en vitaminas dotan a este alimento de un gran valor energizante. En su composición destacan las vitaminas A, C, B, E y K, los minerales como el hierro, magnesio, potasio y calcio, y su elevada cantidad de fibra. Algunos ejemplos de estas verduras son las espinacas, la acelga, el apio, el brócoli, el berro, la coliflor, las coles, la rúcula, la lechuga, la escarola o la achicoria.