La lavadora o lavarropas si que nos hace la vida del hogar un poco más fácil, ya que no hay que estar refregando la ropa y tampoco enjuagando. Mientras lava la ropa de los integrantes de la familia, uno puede dedicarse a otras cosas o quehaceres del hogar.
Hay varios consejos de cómo cuidar un lavarropas.
Cuidados contra el oxido: Uno de los principales enemigos de la lavadora es el temido óxido, que puede aparecer por efecto de la humedad tanto en el interior como en el exterior del aparato. Por ello, tras el lavado, resulta conveniente dejar la puerta del electrodoméstico abierta. Con este pequeño gesto facilitarás la entrada de aire en el interior del tambor para su correcto secado y mantendrás tu aparato protegido del óxido. Puedes aprovechar la noche para llevar a cabo esta operación.
En cuanto al exterior, una buena práctica después de hacer la colada consiste en pasar una bayeta humedecida con agua templada y jabón neutro y, posteriormente, secar con un paño suave.
Cuidados contra el moho: Si te preocupa la formación de mohos en la goma de la puerta, recuerda secarla bien después de cada lavado para mantenerlos alejados de tu electrodoméstico.
Importante la limpieza de la jabonera: La cubeta de jabón puede acumular restos de suciedad y convertirse, además, en una fuente de mohos. Recuerda limpiarla siempre que lo consideres necesario o acostúmbrate a hacerlo una vez al mes, por ejemplo. Para ello únicamente necesitas agua, preferiblemente caliente, y un cepillo.
Revisar el filtro: Una de las incidencias más comunes en este tipo de electrodomésticos es el atasco en los circuitos de agua. Para evitarlo debes prestar atención al filtro y mantenerlo limpio. Únicamente debes abrir el tapón con ayuda de un destornillador y retirar la suciedad que se haya acumulado en su interior.
Contra las aguas duras: En función de la dureza de agua de cada zona, la lavadora puede acumular sedimentos que afecta a la limpieza y suavidad de las prendas de la colada así como al correcto funcionamiento y tiempo de vida del electrodoméstico. Una solución sencilla y muy económica para paliar los efectos del sedimento consiste en la puesta en marcha de la lavadora, en un programa caliente, sin ropa dentro, utilizando vinagre en vez de detergente.
Se debe tener en cuenta que cuanto más largo sea el programa y mayor la temperatura de lavado, mejores serán los resultados obtenidos.
Tras esta limpieza no se debe lavar ropa de forma inmediata sino que se debe llevar a cabo un lavado en vacío para eliminar los restos de vinagre y que éstos no afecten a las prendas. Esta práctica te permitirá alargar la vida del lavarropas, así como un funcionamiento más eficiente, evitando que tengas que recurrir al servicio técnico y hacer un importante gasto económico.
Hay varios consejos de cómo cuidar un lavarropas.
Consejos para alargar la vida útil del lavarropas
Cuidados contra el oxido: Uno de los principales enemigos de la lavadora es el temido óxido, que puede aparecer por efecto de la humedad tanto en el interior como en el exterior del aparato. Por ello, tras el lavado, resulta conveniente dejar la puerta del electrodoméstico abierta. Con este pequeño gesto facilitarás la entrada de aire en el interior del tambor para su correcto secado y mantendrás tu aparato protegido del óxido. Puedes aprovechar la noche para llevar a cabo esta operación.
En cuanto al exterior, una buena práctica después de hacer la colada consiste en pasar una bayeta humedecida con agua templada y jabón neutro y, posteriormente, secar con un paño suave.
Cuidados contra el moho: Si te preocupa la formación de mohos en la goma de la puerta, recuerda secarla bien después de cada lavado para mantenerlos alejados de tu electrodoméstico.
Importante la limpieza de la jabonera: La cubeta de jabón puede acumular restos de suciedad y convertirse, además, en una fuente de mohos. Recuerda limpiarla siempre que lo consideres necesario o acostúmbrate a hacerlo una vez al mes, por ejemplo. Para ello únicamente necesitas agua, preferiblemente caliente, y un cepillo.
Revisar el filtro: Una de las incidencias más comunes en este tipo de electrodomésticos es el atasco en los circuitos de agua. Para evitarlo debes prestar atención al filtro y mantenerlo limpio. Únicamente debes abrir el tapón con ayuda de un destornillador y retirar la suciedad que se haya acumulado en su interior.
Contra las aguas duras: En función de la dureza de agua de cada zona, la lavadora puede acumular sedimentos que afecta a la limpieza y suavidad de las prendas de la colada así como al correcto funcionamiento y tiempo de vida del electrodoméstico. Una solución sencilla y muy económica para paliar los efectos del sedimento consiste en la puesta en marcha de la lavadora, en un programa caliente, sin ropa dentro, utilizando vinagre en vez de detergente.
Se debe tener en cuenta que cuanto más largo sea el programa y mayor la temperatura de lavado, mejores serán los resultados obtenidos.
Tras esta limpieza no se debe lavar ropa de forma inmediata sino que se debe llevar a cabo un lavado en vacío para eliminar los restos de vinagre y que éstos no afecten a las prendas. Esta práctica te permitirá alargar la vida del lavarropas, así como un funcionamiento más eficiente, evitando que tengas que recurrir al servicio técnico y hacer un importante gasto económico.